jueves, 5 de enero de 2012

Me siento afortunada de poder tenerte.

Creces, experimentas, aprendes, crees saber cómo funcionan las cosas, estás convencido de haber en­contrado la clave que te permitirá entender y enfrentarte a todo. Pero después, cuando menos te lo esperas, cuando el equilibrio parece per­fecto, cuando crees haber dado todas las respuestas o, al menos, la mayor parte de ellas, surge una nueva adivinanza. Y no sabes qué res­ponder. Te pilla por sorpresa. Lo único que consigues entender es que el amor no te pertenece, que es ese mágico momento en que dos personas deciden a la vez vivir, saborear a fondo las cosas, soñando, can­tando en el alma, sintiéndose ligeras y únicas. Sin posibilidad de razo­nar demasiado. Hasta que ambas lo deseen. Hasta que una de las dos se marche. Y no habrá manera, hechos o palabras que puedan hacer entrar en razón al otro. Porque el amor no responde a razones.
 

1 comentario:

  1. Hola :) Hermozo tu blogg me encanto, Lindos GIFTS tenes y bueno ya te sigo, cuando quieras pasate por el mio y si te gusta hace lo mismo ♥ que andes Bien.

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